domingo, 17 de abril de 2011

VOLEIBOL PERUANO:PRISIONERO DE SU PASADO (III)

SIN VUELTAS
POR: JOSÉ TRONCON ASTE
VOLEIBOL PERUANO
PRISIONERO DE SU PASADO (III)
CANTERAS, RECAMBIO Y FRACTURA GENERACIONAL.-

Para poder entender el tercer capítulo de ésta historia debemos iniciarlo con un ayuda memoria de lo que ha sido el trabajo de canteras en un país donde el deporte está sumido en la mediocridad y la ineptitud de quienes fungen de dirigentes en los diferentes niveles y de una mayoría de técnicos unos prisioneros de la congeladora del tiempo y otros que aún reconociendo su capacidad deben desarrollar su trabajo en un medio saturado de limitaciones que le impiden concretar una labor profesional seria y con bases científicas. El voleibol por cierto no puede ser la excepción de la regla dentro de ésta cronología del absurdo.

La historia se inicia en julio de 1976 cuando la CSV anuncia la organización del primer Campeonato Sudamericano de Menores en ambas ramas que en principio debería llevarse a cabo en la primera semana de diciembre de1977 en Buenos Aires, Argentina y con equipos conformados por deportistas con máximo 17 años cumplidos al 31 de diciembre del año anterior al que se jugarían los Torneos es decir en 1976.

Sobre esa base en el mes de agosto de aquél 1976 la FPV designa un Cuerpo Técnico liderado por la Profesora Norma Velarde acompañada de las Profesoras Luisa Fuentes y Olga Asato. Luego de un período de observación se hizo la masificación y captación respectiva de alrededor de cuarenta niñas que ya desarrollaban actividad competitiva local con sus clubes, dentro de los límites de edad y perfil físico y técnico requeridos. Este grupo comenzó a trabajar dos veces por semana compartiendo la primera etapa de formación, entrenamiento y perfeccionamiento con los clubes que lo hacían un mínimo de tres días por semana con sus respectivos técnicos. .

La arriba señalada es la base sólida que deben tener todos los procesos, los operativos de masificación, captación y formación son de exclusiva responsabilidad de los clubes que son aquellos que deben producir a los atletas con proyección al alto rendimiento a partir de un proceso gradual, progresivo y sistemático debidamente planificado y de una competencia interna de gran volumen de cantidad y calidad debidamente calendarizada respetando los espacios y tiempos para cada fase.

Hacia fines del año 1977, era el mes de octubre, la CSV anunció que el Campeonato Sudamericano de Menores previsto inicialmente para la primera semana de diciembre de dicho año había sido postergado a pedido de los organizadores hasta la última semana de enero del año siguiente (1978) por lo que hubo que reajustar el trabajo previo a la competencia programando a fines de diciembre un Torneo cuadrangular con la Selección de menores de Chile, la Selección de Mayores de la Liga de Lima y la Selección Nacional adulta. Curiosamente en la definición la selección de menores de nuestro país se hizo del título al derrotar sorpresivamente a nuestra selección nacional adulta por 3-2.

En resumen este grupo nos dio la primera satisfacción al obtener en Buenos Aires el primer título Sudamericano de ésta categoría en la historia luego de derrotar 3-1 a Brasil y 3-0 a Argentina en los encuentros principales.
Lo primero que se decidió fue continuar con el proceso y en el mes de marzo de 1978 y conjuntamente con el informe del Sudamericano de Buenos Aires se presentó el nuevo Plan de Trabajo elaborado por el mismo Cuerpo Técnico ratificado y en abril de ese mismo año se reiniciaron los trabajos con el mismo operativo de masificación y captación utilizado anteriormente. El objetivo sería estructurar la nueva selección de menores femenina que debía defender su título en la Ciudad de Sao Paulo, Brasil en marzo de 1980.

Bajo el mismo sistema de micro ciclos compartidos con tiempos ajustados a medida que se acercaba la fecha de la competencia internacional, con la base de los procesos de formación, entrenamiento, perfeccionamiento y de una competencia interna de gran volumen de cantidad y calidad a nivel de los clubes se buscaba la consolidación del proceso y por ende la búsqueda de los objetivos trazados..

La única jugadora de este grupo proveniente del primer proceso fue Sonia Heredia, el resto fué una generación nueva producto del trabajo realizado hasta esos momentos por los clubes. Tal vez la fase de competencia previa al evento internacional no tuvo la consistencia de la del primer proceso en volúmenes de calidad y cantidad pero es necesario reconocer que técnicamente se trataba de un grupo muy sólido. Sin ninguna trascendencia, con una Federación Peruana de Voleibol virtualmente acéfala por la no ratificación de su entonces Presidente por parte del IPD y con un periodismo especializado que le dio la espalda éste grupo partió en soledad a Sao Paulo y en el mismísimo Coliseo de Ibirapuera, (el antiguo) en brillante partido final revalidó el título derrotando a Brasil por un disputado 3-2.

Aún cuando en una decisión acertada la FPV ratificó al Cuerpo Técnico para
dar inicio al tercer proceso de la serie con miras al Campeonato Sudamericano a realizarse en la ciudad de Asunción, Paraguay en 1982 lamentablemente en ésta oportunidad el criterio de masificación y captación cambió diametralmente pues bajo el concepto de que los clubes habían agotado sus canteras se inició lo que nosotros hace mucho denominamos “procesos de laboratorio” convocando “jugadoras” a través de llamados por la prensa y sin ningún criterio de promoción lo que en nuestra opinión fue la extensión de la partida de defunción al proceso llevado a cabo durante cuatro años.

Siempre hemos manifestado basándonos en procesos similares de países que no tenían bases y por lo tanto carecían de una competencia local de gran volumen de cantidad y calidad como Cuba o la misma China en sus inicios y que por ende implementaron este tipo de procesos por necesidad y sin ningún criterio técnico que las o los deportistas producto de éstos llegaban tarde o no llegaban nunca.

Se confirmaron éstos conceptos cuando la tercera selección de menores de la historia perdió el título en Asunción ante Brasil por 3-1 para no ganarlo nunca más porque los procesos no se quiebran sino se corrigen. Recién en abril de 1983 se inició el trabajo de un nuevo grupo para el Campeonato Sudamericano a realizarse en enero de 1984 en Santiago de Chile.y bajo la conducción de nuevo Cuerpo Técnico liderado por el joven Técnico japonés Masahiro Kogawa quien llegó como parte de un Convenio de colaboración con la Agencia JICA de ese país. Se había perdido casi un año en un proceso previo de captación errado a partir de una suerte de “escuelitas” en varios sectores de Lima de las que en honor a la verdad solo quedaron al final aquellas deportistas que ya estaban realizando competencia interna con sus clubes en sus ligas.

Se tuvo que reprogramar el Plan de Trabajo que se redujo a nueve meses y se culminó con una gira previa de diez días a la Argentina jugando partidos en la ciudad de Mar del Plata con la selección similar de dicho país y con un equipo adulto que se formó con jugadoras que estaban veraneando en dicho balneario y previo al evento ya en la ciudad de Santiago se hicieron algunos partidos de práctica incluyendo uno en la ciudad de Melipilla con un equipo de mayores de un club denominado BATA que había disputado la final del Campeonato chileno.

Ya de vuelta en Santiago en un singular evento con solo cuatro equipos y a dos ruedas todos contra todos a pedido nuestro en el Congreso Técnico previo, Brasil revalidó su título ganando los dos partidos finales por 3-1 y 3-2.
La diferencia era muy clara, mientras nuestro equipo no nos dejaba prácticamente nada en proyección de futuro salvo Gabriela Pérez del Solar recién en sus inicios el equipo brasilero fue la base de aquél proceso que en el Mundial Juvenil en Italia en 1985 consolidó el equipo que quedó en cuarto lugar y fue el único que le ganó en los cuartos de final al Campeón Cuba por 3-2 y en 1987 fue Campeón Mundial en Corea. Las diferencias saltan a la vista.

Llegando a Lima y en la misma pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional ”Jorge Chávez” le dejamos al entonces Presidente de La FPV Javier Bravo Villarán una suerte de sentencia: “Presidente si seguimos trabajando como hasta ahora no volveremos a ganar nunca más un sudamericano de menores y en algunos meses en Iquitos perdemos también el juvenil, y cuidado con las mayores que partir de 1990 pueden hacer crisis”

Los hechos escritos en la historia incluyendo el que para nosotros fue un fracaso en Seúl 1988 porque fue una oportunidad que nunca más se volverá a presentar nos dieron la razón. Solo una reflexión final: de diecisiete ediciones de los Sudamericanos de menores en la rama femenina ganamos dos y perdimos quince, y de 204 jugadoras convocadas en éstos procesos somos generosos al establecer que no más del 20 por ciento consolidó su proceso de evolución y desarrollo pasando por selecciones juveniles y llegando finalmente a la élite de la selección adulta. En resumen la captación fue realizada a lo largo de todos esos años perdidos con criterios errados y en base a un perfil inadecuado para la competencia de alto rendimiento. Lo demás hasta la fecha fue solo improvisación y más de lo mismo para salvar las contingencias.

Lo antes descrito es la historia que está escrita y no tiene vuelta. Ahora ingresemos en la realidad de la misma desarrollando algunos conceptos que podrían servir para comenzar a salir de un abismo casi sin retorno.

CANTERAS: MASIFICACIÓN Y CAPTACION.
Los procesos están delimitados por fases y ciclos que no se pueden y no se deben obviar. El sustento fundamental de los procesos son los operativos de masificación y captación. Los soportes del sistema en ésta etapa inicial son sus cimientos y sus Bases: Sus cimientos son los colegios y sus bases los clubes integrados oficialmente al sistema..

Los colegios son las canteras que sirven para el aporte fundamental de los insumos que hacen factible los procesos que se desarrollarán en las posteriores etapas de los mismos a partir de los Clubes afiliados. En ello radica la necesidad de que a partir de los colegios se inicien los grandes operativos de masificación liderado por Técnicos visionarios de una gran capacidad formativa considerando que el aspecto competitivo en éste nivel es únicamente complementario. Es necesario desterrar el errado concepto de que los técnicos de colegios deban ser los más baratos y con mínima experiencia cuando son éstos quienes necesitan del mayor respaldo de trayectoria y de conocimiento de causa en la especialidad.

Son los colegios como cimientos del sistema los que deben asumir el rol de producir los atletas para que los Clubes como base del proceso se nutran y no a la inversa como viene sucediendo en los últimos años. A su vez son los clubes los que deberán producir los talentos con proyección al deporte de alto rendimiento, es decir las selecciones nacionales deben ser producto de la consolidación de la secuencia anterior y no de los denominados “procesos de laboratorio” que en realidad no lo son no solo porque los deportistas formados en éstos procesos por lo general no llegan o llegan tarde a la élite sino porque están lejos del complemento de la competencia y son una injerencia desleal con los clubes y sus Técnicos desmotivándoles en su labor de formación y perfeccionamiento. Si no hay clubes que produzcan deportistas de alto rendimiento que nutran a las selecciones nacionales estas no podrán subsistir en el tiempo.,

Reiteremos por ser de vital importancia conceptos del Profesor Gerard Moras autor de un tratado de tres volúmenes denominado. “ LA PREPARACION INTEGRAL EN EL VOLEIBOL” publicado por Editorial Paidotribo de España:

“El entrenador debe siempre establecer vínculos de unión entre los diferentes componentes que forman parte de la actividad competitiva del voleibol. La preparación de los jugadores de voleibol debe realizarse siempre en concordancia con las características del juego. Se debe perseguir siempre una estabilidad de los hábitos de juego en las condiciones complejas de la competencia. Finalmente no debemos sobrevalorar o descuidar ningún componente del rendimiento deportivo, hay que avanzar hacia una coordinación optima entre todos los elementos.”

Partamos entonces esto lo decimos nosotros de dos conceptos básicos:
1.-Los talentos nacen no se hacen
2.-Las capacidades se cultivan y se desarrollan.
Dentro de éstos parámetros la secuencia a seguir en un proceso es la siguiente: masificación, captación, formación, entrenamiento, perfeccionamiento y competencia ésta última en dos niveles: local e internacional. Queda claro que no se pueden obviar etapas pues del respeto de las mismas depende la consolidación y el cumplimiento de los objetivos trazados.

LOS FUNDAMENTOS DE LA ENSEÑANZA.-

Más que nuestra propia experiencia a través de los cuarenta y dos años de nuestra trayectoria en el voleibol en diferentes niveles y de las experiencias vividas personalmente en los diferentes países que tuvimos la suerte de visitar como Brasil, Italia, Estados Unidos, Argentina (aunque la referencia a éste último le moleste a algunos) y del material que obra en nuestro poder de la Escuela de Voleibol de Sawayara en Japón tenemos que llegar a la conclusión que el común denominador debe ser el respeto por el concepto fundamental de la pirámide sustentada en la base y no de aquél de la pirámide invertida con la que se predico durante cuarenta y cinco años en nuestro país aquel en la que el proceso se basó en una élite y el resto se hizo por imitación, un verdadero disparate. Aceptamos que en un inicio cuando recién llegó al Perú el Maestro Akira kato se tuvo que recurrir a la “pirámide invertida” pero por necesidad porque abajo no había nada pero el tiempo debió marcar por lógica los cambios de estructuras imprescindibles sin embargo en el voleibol peruano se siguió haciendo lo mismo hasta nuestros días, sin continuidad y sin coherencia en lo que se denomina la “VERTICAL DE CONDUCCIÓN”.

Otra vez nos vamos a los textos de los que si saben. En 1985(hace 25 años) en uno de nuestros pasos por Argentina nuestro viejo, querido y siempre recordado amigo el ex juez internacional de voleibol Profesor Roberto García durante nuestras interminables tertulias de voleibol en su casa del barrio de Belgrano nos alcanzó un libro denominado traducido al español ”LA PREPARACIÓN DE LOS VOLEIBOLISTAS JOVENES” de los profesores de nacionalidad rusa: Y.D.Zhelezniak, Y.N. Klesshev y G.S. Chejov que justamente en su Capitulo 1 trata del tema y lo hace desde el nivel escolar por lo que consideramos importante transcribir el siguiente párrafo:

“La preparación deportiva de los escolares posee sus rasgos específicos que deben ser tomados en cuenta a la hora de organizar correctamente los trabajos de enseñanza y entrenamientos relacionados con el voleibol en los colectivos de niños y jóvenes.
Para poder preparar voleibolistas de alto rendimiento es necesario comenzar la enseñanza del voleibol a los niños o niñas desde de la edad de 10 a 12
años. Es imposible dominar a la perfección la técnica moderna del voleibol en un período muy corto. Solo una planificación perspectiva y racional de la enseñanza y de los entrenamientos para los voleibolistas desde los 11 hasta los 18 años puede solucionar el problema de una adecuada preparación de deportistas que dominen la más elevada técnica. Lo anterior ha sido establecido en una investigación científica especial de Y.D. Zhelezniak y confirmado por amplias experiencias prácticas de muchos entrenadores de voleibol.”

En lo referente a las tareas de Las sesiones de la enseñanza y de los entrenamientos los antes mencionados autores desarrollan los siguientes conceptos:
“Las tareas de las sesiones de la enseñanza y de los entrenamientos se desprenden de las proposiciones fundamentales para preparación deportiva de los voleibolistas JÓVENES, vinculación entre el estudio y la vida, fortalecimiento de la salud de los participantes, asimilación de los principios y de los valores morales y éticos,, la fuerza de voluntad y del carácter, condiciones de enseñanza multilaterales y diversas; enseñanza calificada de una técnica de juego racional, organización de un control sistemático de las sesiones. La evaluación de estas tareas se logra mediante un contenido orientado a un fin: la correcta organización y la metodología efectiva de las acciones.”

Como se podrá observar del contenido de éstos conceptos de lo que se trata es de trabajar con el sustento de una base científica y desterrar la improvisación. Si los cimientos son sólidos podremos estar seguros que sobre ellos podremos construir las columnas del éxito.

RECAMBIO.-
Los procesos de recambio deben ser graduales y progresivos y no traumáticos. El porcentaje por ciclo debe ser de máximo cuarenta por ciento y teniendo en cuenta que el salto debe ser producto de la consolidación de un proceso de evolución y desarrollo es decir a través de deportistas en su máximo nivel de rendimiento para acceder a la categoría de élite..El mejor termómetro es la competencia exigente de gran volumen de cantidad y calidad.

FRACTURA GENERACIONAL.-
Este es un fenómeno que se produce cuando existe una abertura desproporcionada de edad entre las deportistas que culminan un ciclo y aquellas que llegan para reemplazarlas y por ende también con aquellas que aún permanecen.. Si la fractura generaciónal se prolonga en el tiempo se corre el riesgo de no poder cerrarla y entonces se recurre a lo que se denomina “quemar etapas” es decir recurrir a la promoción indiscriminada de atletas de niveles inferiores acelerando sus procesos naturales de evolución y desarrollo..

HASTA LA PROXIMA
JOSE TRONCON ASTE
PERIODISTA
CARNET CPDP No.379-LIMA
CARNET AIPS No 00583-PERU

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