lunes, 20 de diciembre de 2010

VOLOEIBOL PERUANO- ANALISIS

SIN VUELTAS
POR: JOSË TRONCON ASTE
VOLEIBOL PERUANO:
PRISIONERO DE SU PASADO (I)

INTRODUCCION.-
A partir de éste articulo iniciamos una secuencia de cinco notas en las que desde la perspectiva de la experiencia vivida durante nuestros 42 años de trayectoria dirigencial hacemos un análisis del desarrollo de los procesos del voleibol peruano y las causas que en nuestra opinión nos llevan a tener la firme convicción de que nuestro querido deporte se quedó PRISIONERO DE SU PASADO como consecuencia de la incompetencia, la irresponsabilidad y las escasas reservas morales de quienes pasaron sucesivamente por la Junta Directiva de la FPV en el transcurso de los últimos veinte años.

1.-HISTORIA DE LOS PROCESOS.-

No pretendemos hacer comparaciones que no vienen al caso. El voleibol tiene sus épocas, con sus cambios reglamentarios, de dinámica, de preparación, de estrategia táctica y de perfil de sus recursos humanos. y los procesos siempre están en función de la realidad de de los diferentes países en los que se desarrollan, no se copian ni se trasplantan. En el voleibol en temas de fondo o sea de fundamentos básicos no se ha inventado nada nuevo pero en lo que si se ha generado una tremenda evolución a través de los años es en los sistemas de la masificación, captación, formación, entrenamiento, perfeccionamiento y competencia y en la aplicación de conceptos científicos en materia de lo que se denomina: Planificación Estratégica y Metodológica. Y en éstos aspectos hay quienes han impulsado un gran desarrollo en el transcurso de los años y otros que han caído en una involución traumática que los ésta arrastrando a un abismo casi sin retorno.

Iniciemos éstas reflexiones con la historia de los procesos en el voleibol peruano o de los ciclos y sus tiempos, con sus contenidos, sus aciertos y sus errores y sus objetivos por lo general de corto plazo e inmersos en la improvisación del día a día.

Al que pasa por la fundación de la Liga de Lima en 1934, la de la FPV en 1942 y hasta el Campeonato Sudamericano de 1964 la llamaremos la época de la mística y del romanticismo bajo un esquema mixto de recreación y competencia. La participación del voleibol peruano en el Campeonato Sudamericano de Mar del Plata en Argentina fue tomado con cierta seriedad por quien lideró el grupo humano seleccionado, el Profesor Guillermo Duffó quien desarrolló la preparación en base a un micro ciclo cuyo objetivo era fundamentalmente el funcionamiento colectivo .Se ganó el título en final con Argentina porque Brasil no concurrió al evento. Es decir se trabajó para salvar las contingencias ya que pensar en esos momentos en objetivos de mediano y largo plazo era imposible por las limitaciones en todos los niveles del sistema en nuestro país.

Hacia fines de 1964 el aquél entonces Presidente de la FPV Doctor José Pezet Miró Quesada un dirigente visionario tomó la decisión de introducir un cambio si se quiere decir revolucionario en las estructuras del voleibol de nuestro país pero para ello necesitaba al frente del proceso a un líder diferente y para ello recurrió a la Embajada de Japón con la finalidad de solicitar que le recomendaran a un Técnico de Voleibol haciendo la respectiva gestión ante la Federación Japonesa de dicho deporte. . L a elección recayó en un ex integrante del seleccionado nacional de Japón convertido en Técnico y en esos momentos Asistente Técnico del Club Hitachi de la Liga Nacional de ese país: Akira Kato Tanabe.

El profesor Akira Kato era un formador por convicción más que un estratega por definición. En el Perú ,parafraseando a aquél memorable dirigente del fútbol chileno Carlos Dittborn cuando la FIFA le concedió al hermano país del sur la sede del Campeonato Mundial de Fútbol de 1962 , el Maestro, tendría que hacerlo todo porque no tenía nada. Había que sembrar y crear el espejo para las generaciones venideras. Lo ideal hubiese sido iniciar el proceso de forma natural es decir de abajo para arriba, construir una élite a partir de una base consolidada pensar en lo contrario sería un contra sentido pero vivimos en el país de los contra sentidos asi que a buscar soluciones.

Pero como el Maestro Kato no encontró la semilla que en el tiempo le permitiese cosechar los insumos para construir una elite por la vía natural se vió obligado a plantear el proceso a la inversa es decir a partir de un grupo de deportistas mayores que además en su mayoría no era de Lima sino de ciudades del interior del país como Ica, Pisco, Chincha, Chimbote y Chiclayo. Ese sería el espejo que serviría de carta de presentación para un cambio gradual, progresivo, sistemático y revolucionario del voleibol peruano para sacarlo de del arcaico sistema de la época y convertirlo en altamente competitivo dentro de los parámetros de las Reglas de Juego vigentes en aquél momento y a partir no solo de una total revisión y corrección de los fundamentos básicos del deporte de la net alta sino de la consolidación de una estructura de conjunto más sólida a partir del concepto que los grandes equipos de voleibol se arman de atrás para adelante.

Que no se piense que lo que quiso hacer es elaborar un patrón para que el resto se construyese por imitación, la idea era sembrar las estructuras orgánicas que permitiesen en el tiempo la formación de una base sólida a partir de la cual consolidar en el tiempo una elite de alto rendimiento. Gran responsabilidad en la consecución de éste objetivo sería de los clubes que asimilando los conocimientos impartidos por el Maestro Kato serían quienes deberían producir desde sus bases los grandes procesos de recambio en el tiempo para la subsistencia del proceso.

Que los objetivos se dieron no existe la menor duda, basta con recordar que se logró por años la hegemonía en el voleibol sudamericano. Pero había que seguir sembrando y regando el jardín para consolidar en el tiempo los procesos de recambio graduales y progresivos arriba mencionados: para que el sistema pudiera seguir mirando al futuro y en la búsqueda del grupo humano ideal para apuntar a los grandes objetivos.

Siempre lo hemos manifestado y repetido hasta el cansancio esos jardineros que debieron regar y seguir sembrando el parque debieron ser aquellos que estaban en el cimiento del proceso: LOS TECNICOS DE LOS COLEGIOS, los que debían trabajar para alimentar la base del mismo o sea LOS CLUBES, y éstos últimos debían tener como complemento de su objetivo competitivo la misión de producir a los atletas de alto rendimiento que fueran a nutrir el sistema de selecciones nacionales. Pero ello no se dio con la continuidad ni con la cantidad y calidad requeridas y en una decisión totalmente errada que terminó por quebrar en el tiempo el sistema la FPV decidió asumir a éstos dias esa función a través de sendos procesos de laboratorio en los que los deportistas llegan tarde o no llegan nunca.

Llegado a su fin el ciclo de Akira Kato diez años después de su inicio (1964-1974) cuando en pleno desarrollo de una gira por Asia previa a la participación de nuestro seleccionado femenino adulto en el Campeonato Mundial de México de áquél año 1974 la Junta Directiva de la FPV entonces presidida por Carlos Sáez Balarezo en una decisión que quebró las relaciones con el voleibol japonés durante muchos años contrató al técnico de nacionalidad coreana Man Bok Park quien viajó con la Delegación en el mismo avión hacía la sede del evento mundial antes mencionado.

El voleibol peruano ingresaba entonces a una nueva etapa en la que con la misma base y un pequeño recambio en 1976 y con el añadido de que el nuevo técnico coreano en ese entonces también asumiría por corto tiempo(1978-1982) el seleccionado de categoría juvenil,el voleibol peruano durante la primera parte de la era Park (1975-1982) ingresa a una etapa de oxigenación con variantes en el trabajo defensivo que adquiere una mayor intensidad y en lo que respecta al funcionamiento colectivo la velocidad en el ataque y la táctica en los sistemas de juego. Sin duda alguna estábamos ante el estratega que reemplazaba al formador

Fue una especie de nueva visión del voleibol competitivo en el que la fantasía del voleibol japonés como base recibía una suerte de impulso con el ingrediente de la velocidad y una mayor seguridad en la recepción producto de un trabajo de especialidad. Sin embargo el común denominador seguía siendo el trabajo de corto plazo y la total ausencia de los criterios de planificación estratégica y metodológica en función de un Macro Ciclo con objetivos al mediano y largo plazo y como añadido la pérdida progresiva de la vertical de conducción en relación a las categorías de promoción a las que se añadió desde 1977 la categoría de menores el primer escalón del proceso de desarrollo y evolución de los deportistas con proyección a la élite.

Finalizado el Campeonato Mundial femenino de mayores organizado en nuestro país en el año 1982 el técnico coreano comete su primer error al negarse a implementar un proceso de recambio gradual y progresivo en un porcentaje mínimo de un cuarenta por ciento,se aferra a su grupo e insiste en un sistema que a la postre quebraría definitivamente el proceso más allá de los resultados: limita su estructura colectiva básica a no más de ocho jugadoras, seis titulares y dos de recambio, el resto era solo para completar el número reglamentario requerido e insiste en un sistema de juego invíable por repetitivo: el de jugar con una armadora como central. Por otro lado, Park había dejado la etapa del overol y las camisetas remangadas y se había convertido en el todo poderoso, aburguesado y posesivo dueño del sistema

Así siguió hasta 1993 improvisando como venía la mano,mientras Brasil en 1983 ya había implementado el proceso histórico que en 26 años y en un trabajo serio y estrictamente ajustado a una planificación estratégica y metodológica y sin ningún drama mediático lo ha llevado a ser tres veces Campeón del Mundo en la rama masculina y dos en Juegos Olímpicos y dos subcampeonatos mundiales y un Campeonato Olímpico en Beijing 2008 en la rama femenina.Pärk por su parte se anquilosó y decidió seguir viviendo de los recuerdos.

En aquella oportunidad anunció su retiro después del Campeonato Sudamericano que se jugó en el Cuzco con una frase histórica: “ME SIENTO COMO CAZADOR QUE CAZA PALOMA CON ALAS ROTAS porque sabía que le había ganado a un equipo brasilero destrozado por los 3,500 metros de altura que no son un mito sino una realidad y por ciertas situaciones extradeportivas que se sucedieron durante el evento.

Volvió a sus fuentes en un retorno forzado e inexplicable en noviembre de 1999 siendo Vicepresidente de la FPV y hasta la finalización de los Juegos Olímpicos de Sidney, Australia en agosto del 2000 a los que clasificó en un dramático partido que perdía 0-2 con Argentina y finalmente lo ganó 3-2 por la experiencia del equipo peruano que pedó a favor de un equipo argentino bloqueado por la presión. Pero el voleibol peruano quedó ultimo en los Juegos Olímpicos de Australia.

En 1982 liego del Campeonato Sudamericano Juvenil en la ciudad de Santa Fé, Argentina,Park decidió alejarse definitivamente de la dirección técnica del equipo de dicha categoría pero cometió su segundo gran error no haber preparado tampoco con el tiempo necesario el recambio necesario del Cuerpo Técnico que asumiría la posta dentro de un sistema unificado de visión vertical de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo que tampoco existía. En pocas palabras se quebró la vertical de conducción fundamental en todo proceso.

En consecuencia la improvisación y el trabajo de corto plazo para salvar las contingencias se hizo presa del voleibol peruano con las consecuencias lamentables a lo largo de los últimos 25 años con la complicidad de una dirigencia incompetente, irresponsable y con escasas reservas morales.
A lo largo de un cuarto de siglo hemos asistido continuamente a la gran cantidad de errores cometidos por una dirigencia federativa que nunca tuvo una brújula definida hacía donde conducir nuestro deporte.

Resumiendo la historia de los procesos se entra a una etapa gradualmente involutiva a partir de 1984 cuando una vez finalizados los Juegos Olímpicos de Los Angeles solo se maquilla el proceso con un recambio forzado mínimo con el que se sigue adelante pero de espaldas a la realidad porque a pesar de que se continúa ganando Campeonatos Sudamericanos hasta 1989 lo cierto es que se sigue trabajando para el objetivo inmediato olvidando la imprescindible necesidad de sembrar para el futuro. Reiteramos a nivel sudamericano habíamos llegado pero en el escalón superior: Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales nos dábamos y nos seguimos dando de de cara a nuestra triste realidad.

Más allá de la ilusión desvanecida de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, que quede claro que en esa oportunidad no se ganó la medalla de plata sino de ´perdió la de oro en una oportunidad que difícilmente se vuelva a presentar, la pérdida del título sudamericano en Sao Paulo, Brasil en 1991, de la no clasificación a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y el Sudamericano ganado en 1993 en la ciudad del Cuzco donde el Señor Park anunció su retiro en una Conferencia de Prensa en la que soltó una frase que es una pieza de colección:”MEJOR AHORA TRABAJAR CON JUGADORAS NUEVAS Y TECNICO NUEVO PORQUE JUGADORAS VIEJAS Y TECNICO VIEJO YA NO MÁS.” el proceso definitivamente se quebró y dio paso a una fractura generacional que al final en el tiempo nos costó la no clasificación a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, de la que escribiremos posteriormente

La pregunta se cae por si sola: ¿Qué jugadoras nuevas dejó Park? ¿Qué proceso de recambio debidamente planificado se había trabajado como para pensar en una élite debidamente consolidada como para pegar el salto a los grandes objetivos? El producto de éste grave error generó entonces una tremenda brecha generacional casi imposible de cerrar hasta nuestros días entre las que las que llegan a cuenta gotas y las que están de salida y muchas veces se resisten a irse.

Los nuevos “procesos” siempre bajo los criterios del corto plazo e improvisación a ultranza tirando para adelante con lo que tenemos estuvieron sucesivamente conducidos por el coreano Dug Park que parecía más un formador básico que un estratega con capacidad de liderazgo para una élite, el cubano Luis Oviedo curiosamente un metodólogo es decir unos de esos técnicos de mesa que en la ignorancia de los dirigentes de turno en la FPV terminó en el campo de juego como Técnico de la selección femenina adulta , los nacionales Enrique Briceño y Carlos Aparicio ambos bajo la sombra de Park no pudieron introducir los cambios que eran imprescindibles en el proceso y recientemente Kim Cheol Yong que aún cuando fuera capaz de desarrollar un trabajo diferente permanece prisionero de ese pasado que significa la presencia de Park.

(CONTINUARA)

HASTA LA PROXIMA
JOSE TRONCON ASTE
PERIODISTA
CARNET CPDP N0.379-LIMA
CARNET AIPS No. PER 00583

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