SIN
VUELTAS
POR:
JOSE TRONCON ASTE
VOLEYBOL
PERUANO
INVOLUCION,
CORTOPLACISMO Y EXITISMO.
En
notas anteriores nos hemos ocupado in extenso de la forma precaria como se
conduce el voleibol en nuestro país y en la presente queremos referirnos a los
tres conceptos fundamentales que a la postre inciden en la improvisación
irresponsable de seguir actuando de
acuerdo a como soplan los vientos sin encarar el problema en su integridad dentro de un Plan de Desarrollo serio y de
largo plazo y más bien apuntando a resultados sin trascendencia y sin visión de
futuro basados en las clasificaciones a
Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales en los que competitivamente no
estamos en condiciones de alternar y solo sirven para aplacar la presión
mediática de quienes piden a gritos
inflar globos que a la postre siempre se les
revientan en la cara.
La
distorsionada exposición mediática
desconecta a todo el entorno del
deporte (dirigentes, técnicos, aficionados) de la realidad pues solo piensan y están pendientes de una clasificación a un mundial o a Juegos
Olímpicos de cualquiera de sus
selecciones nacionales la que de
lograrse no redundará en una mejora sustantiva
de nuestro nivel competitivo ni muchos menos en la consolidación de un proceso.
La
estructura del deporte de alta competencia
es piramidal pues la misma se sustenta en la base que son los clubes del sistema y que a su
vez tienen un cimiento sólido y fundamental en los colegios. Los clubes se
nutren de los colegios y no a la inversa. El problema entonces se inicia en la
deficiente formación de los niños(as) desde sus cimientos lo cual se genera por
el deficiente grado de preparación que
tienen los Técnicos. No existen en el Perú
Técnicos deportivos capacitados
integralmente para formar a los niños desde los comienzos de su proceso
de evolución y desarrollo.
En
resumen antes de salir a vender humo con
quiméricas clasificaciones a mundiales o Juegos Olímpicos es
necesario implementar los Centros de Capacitación y Actualización
Técnica de Alto Nivel que permitan formar Técnicos en el nivel de excelencia.
Podemos en nuestro sano juicio seguir
inmersos dentro de un sistema donde para designar técnicos de selección es necesario tener una cercanía significativa a los mandos
de turno en la FPV? Y peor aún seguir
cayendo en el arcaico criterio de que
los requisitos básicos para ser convocados(as) a un grupo de Pre-Selección o Selección nacional sean no
pertenecer necesariamente a un club y tener un determinado perfil de biotipo
físico (talla)? aunque la niña convocada llegue sin el más mínimo porcentaje de
coordinación motriz es decir no sepa
caminar, correr o saltar? Y peor aún sin que nunca haya desarrollado
competencia de ningún nivel?
Vamos
ahora al análisis de los conceptos que sirven
de titulares de la presente nota: INVOLUCION, CORTOPLACISMO, EXISTISMO.
INVOLUCION.-
Mientras
a lo largo de los últimos cuarenta años los países que se han convertido en
potencias del voleibol han introducido innovadores criterios de conducción que
han sido fundamentales en sus procesos de evolución y desarrollo el voleibol
peruano no solo se congeló en el tiempo sino que retrocedió en treinta años
quedando sumido en un sistema arcaico e inviable.
Dos
de las innovaciones fundamentales han sido en primer lugar un agresivo trabajo
en las canteras de los clubes basados en los denominados Manuales de Unidad
Técnica con los cuales se logra una suerte de vertical de conducción es decir
que todos los deportistas y los equipos apunten a una determinada filosofía y
modalidad de trabajo y en segundo término el desarrollo de un nivel competitivo local de gran volumen de
calidad y cantidad.
Hay
que tener mucho cuidado y no caer en extremismos no hay que generar en la competencia local una gran
afluencia de jugadoras extranjeras que no marcan
ninguna diferencia y que lo único que se consigue con ello es asfixiar
la proyección de las canteras y frustrar de esa manera los procesos de
recambio. No es malo que alternen algunas deportistas extranjeras que sean un buen espejo para las locales pero
sujetas a condiciones reglamentarias
especiales pero es un suicidio seguir ignorando
cada día más el escuálido
espectro de captación
Baste
recordar que Japón después del Mundial de 1998 del que fue anfitrión decidió
impedir la participación de jugadoras extranjeras en su Liga Nacional y a
partir del 2002 luego de la exposición realizada en un Simposio Internacional
organizado por la Federación Japonesa de Voleibol en el mes de noviembre del
2001 por el Profesor Julio Velasco que publicamos en su primera parte en otra
columna dicho país ingresó en una etapa
de cambio de estructuras a partir de la necesidad de fusionar estilos porque en
honor a la verdad las escuelas nunca existieron como tales.
Las
escuelas o corrientes que se produjeron
en ciertos países y terminaron
convirtiéndose en “exportables” han sido
solo una cuestión cíclica que varió de
un país a otro y dentro de un tiempo y
espacio definido por las circunstancias. Las metodologías de trabajo son
distintas lo que al final desvirtúa el
concepto o criterio de “escuela”. Connotados metodólogos cubanos en una Conferencia dictada en 1986 en el Comité
Olímpico Peruano señalaron contundentemente que los procesos no pueden copiarse
o trasplantarse, los procesos se adaptan a cada una de las realidades en los
que se desarrollan y se renuevan en el tiempo
Hace
21 años en 1992 en momentos en que el equipo de futbol de Sporting Cristal que
él dirigía concentraba en las
instalaciones del Hotel José Antonio en Miraflores Juan Carlos Oblitas que poco
tiempo después se convertiría en Asistente Técnico de Wladimir Popovic el
Director Técnico de la Selección Peruana de Fútbol y posterior Técnico de la
misma en una entrevista que nos concedió para la radio en la que laborábamos
nos hizo una reflexión que hoy cobra plena vigencia porque la reitera en una de
sus columnas en el Suplemento Deporte
Total del Diario El Comercio que publica el 13-02-2013 y puntualiza lo siguiente:
“Para
mí no existen las escuelas, todo nuevo técnico recoge experiencias y el éxito depende de cómo se adapte su metodología para sacar del jugador lo mejor. Es la única
verdad, todo lo demás es marketing.”
Finalmente
coincidentemente en abril de 1991 en un informe situacional de 21 páginas
entregado al entonces Presidente de La Comisión Reorganizadora de la FPV Luis
Moreno Gonzales quien suscribe la
presente columna finalizó con la siguiente reflexión:
“Al
voleibol peruano no le cabe otra alternativa que sacudirse de una parte de su
historia que fue y no volverá a ser. Las
jugadoras de aquél ciclo brillante que culminó en 1988 fueron importantes por lo que hicieron pero no por lo que puedan
hacer. Es necesario marcar el reconocimiento y el respeto por lo que hicieron y
dejarlas desarrollar sus vidas en los ámbitos donde aseguren su futuro
económico haciendo lo único que aprendieron a hacer: EL VOLEIBOL, y aquí en el
Perú eso no es posible. Hay que propender al RECAMBIO AHORA no se puede esperar
más , hay que APRENDER A PERDER AHORA para VOLVER A GANAR DESPUES.”
Tuvieron que pasar 23 años para introducir un proceso
de recambio traumático por necesidad y sin ningún criterio técnico
promocionando casi a la fuerza y quemando etapas a un grupo producto de varios
procesos quebrados y sin ninguna proyección de futuro. Los recambios se
preparan en el tiempo no se improvisan por decisiones apresuradas, se planifican en forma gradual y
progresiva.
CORTOPLACISMO.-
Este
es el mal endémico no solo del voleibol peruano sino del deporte peruano en
general. La prioridad de una dirigencia cortoplacista es la búsqueda de resultados aún sin ninguna trascendencia en el menor tiempo y con el menor costo
posible con la finalidad de aplacar la presión mediática y consolidar su vocación de tornillo. En nuestro país
jamás la dirigencia de turno del
Instituto Peruano del Deporte y de las Federaciones Deportivas Nacionales
estructuró una Plan Integral de
Desarrollo del Deporte a largo plazo y
la prioridad siempre estuvo enmarcada por las clasificaciones a Mundiales o
Juegos Olímpicos aún cuando ello no sirviera para nada en una realista visión
de futuro.
Pero definitivamente la dirigencia que accede a la
conducción sea del IPD o de las FDN lo hace con una terrible vocación de bonzo inmolándose
siempre en más de lo mismo. El IPD con la complicidad del Comité Olímpico
Peruano pide la sede de cuanto evento le signifique exposición mediática y algún negocio por debajo de la mesa pero no le
interesa en lo más mínimo la precaria infraestructura que tenemos ni mucho
menos el nivel competitivo de nuestros
deportistas La historia habla por los hechos que la sustentan: ¿alguna
vez el IPD le solicito a una Federación Deportiva Nacional un proyecto con
objetivos al mediano y largo plazo o
alguna vez éstas se dieron el
trabajo de hacerlo?
La
actual gestión de la FPV reiteró y lo puntualizamos en una columna anterior lo mismo que sus
antecesores anunciaron en los últimos 30 años con pompas y circunstancias: “NUESTRO PLAN ES
DE CUATRO AÑOS Y NUESTRAS METAS SON CLASIFICAR AL MUNDIAL DE ITALIA 2014 y a los JUEGOS OLÍMPICOS DEL 2016” Nos preguntamos porque no ser más
realistas aunque eso les cueste menos
exposición mediática y ser más pragmáticos y creativos para poder marcar la diferencia con decisiones de fondo
de carácter estructural que son las que necesita el voleibol peruano como por
ejemplo imitando la revolucionaria decisión adoptada por la Confederación Brasilera
de Voleibol en 1983 de convocar a todos los clubes que pertenecen a las Ligas Nacionales femenina y masculina una gran mesa de debate
para elaborar una propuesta de largo aliento que permita que nuestro deporte de
una vez por todas defina quienes somos, donde estamos y que queremos y
fundamentalmente diseñar nuestra hoja de ruta plasmada en un proyecto por
encima de los hombres que lo conduzcan y suscritos por todos los protagonistas
del mismo.
El
cortoplacismo definitivamente está asfixiando al deporte peruano en general y
al voleibol en especial. Baste un solo ejemplo : ¿ es racional ,viable y
justificable GASTAR en la organización de una Copa Panamericana de Mayores y un
Campeonato Sudamericano de la misma categoría cuando no tenemos un equipo
medianamente competitivo y ese dinero que se va
a gastar bien podría INVERTIRSE en
la Capacitación y Actualización de nuestros Técnicos a través de la
creación de un Instituto de Capacitación y Actualización bajo la conducción y
administración de profesionales capacitados y lejos de las injerencias
políticas de la FPV? ¿ cuál es el miedo de volver a reconstruir todo el sistema
dejando de lado por un tiempo la desesperación por resultados inmediatos sin trascendencia en el
futuro para apuntar de una vez por todas
a sacar al voleibol peruano del nivel anquilosado en el que se encuentra
volviendo a sistemas trasnochados como los de la Cuba, y las desaparecidas RDA y URSS de los años sesenta o setenta.?
EXITISMO.-
En
más de una oportunidad hemos señalado como premisa para salir del exitismo
cortoplacista y adoptar la vía racional del desarrollo con visión sostenida de
futuro que lo primero que debe hacer una dirigencia seria, competitiva y
profesional es evaluar que cosa es lo que quiere como objetivos de futuro y de
acuerdo a ello establecer los
lineamientos del proyecto a largo plazo y sobre dicha base establecer cuál
es el perfil que se quiere para el
profesional a quién se le entregará el liderazgo del mismo, es decir cuando se
compra un Técnico se compra junto con él un proyecto el tema no va por cuerdas
separadas.
El
proyecto en sí encierra un macro ciclo y el contexto general de su metodología
encierra un PROCESO. Los procesos una vez más lo señalamos enfáticamente NO SE
QUIEBRAN, éstos se CORRIGEN en el tiempo para
llevarlos por el camino correcto.. En consecuencia no se trata de
cambiar de técnicos de acuerdo a los resultados de determinadas competencias ni
mucho menos que un dirigente por poderoso que se sienta se irrogue la autoridad
de conversar y pactar posteriormente contratos con quien le venga en gana
sin poner sobre la mesa el detalle de la trayectoria profesional de
los que se propone y los proyectos a los que apuntan. El objetivo obviamente es
lo inmediato: resultados: no interesa la dimensión ni lo que pase después y si
por cierto fotos en los medios de
comunicación con poses de salvador.
El
exitismo es otra de las plagas del deporte peruano en general y del voleibol en
especial. La dirigencia federativa
apunta al nivel internacional y para ello necesita impulsar los resortes de
promoción utilizando todos los medios a su disposición y en el menor
tiempo y costo posible, el resto que venga como soplen los vientos por ello en
los últimos veinte años hemos asistido a
once procesos quebrados y a nueve técnicos porque dos repitieron todos ellos
pasando por el sistema sin pena ni
gloria y lo peor sin dejarle nada al voleibol peruano.
De
todos ellos el único que pudo dejarle algo al voleibol peruano fue el Profesor
Luca Cristofani pero no lo dejaron, la desesperación por los resultados
inmediatistas de los dirigentes pudo más.. Hoy Cristofani forma parte del
Cuerpo Técnico de la selección femenina de mayores de Italia que lidera Marco
Mencarelli el exitoso Técnico italiano que condujo a su país al Campeonato Mundial
Juvenil femenino del 2011 de nuestro país
en un impecable proceso que le asegura
al voleibol italiano su futuro por lo
menos hasta los Juegos Olímpicos del 2020.
La
receta es la anterior, trabajo a largo plazo sobre bases realistas y con el
ingrediente de deportistas de alto
rendimiento sólidamente formados desde sus cimientos y con un biotipo físico
que se adapte a las necesidades del
voleibol de gran exigencia física, técnica, táctica y mental del voleibol de la actualidad hacer algo diferente es seguir perdiendo el
tiempo.
HASTA
LA PROXIMA
JOSE
TRONCON ASTE
PERIODISTA
CARNET
CPDP Un. 051-LIMA
CARNET
AIPS No. 000583-PERU
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