sábado, 13 de marzo de 2010

VOLEIBOL INTERNACIONAL

PEGANDO EN ZONA
ESCRIBE: PEPE TRONCON
CHILE. EL ETERNO RETO DE VOLVER A EMPEZAR.

En honor a la verdad y con todo el respeto y cariño que guardo por el voleibol chileno debo ser honesto en reconocer que se me hace muy difícil hacer un análisis de su proceso a lo largo del tiempo porque como lo señalamos en el titular de ésta columna siempre tuvo que luchar con un permanente fantasma: EL ETERNO RETO DE VOLVER A EMPEZAR.

Me siento en la obligación moral en estos momentos de hacer un alto y de rendir un homenaje a un país hermoso y a un pueblo hermano de una tremenda fuerza moral por la tragedia que están viviendo por el embate imprevisible pero injusto de la naturaleza. Un minuto de silencio para quienes nos adelantaron en la partida al reino del Señor como consecuencia de ésta tragedia, una oración al santísimo para que los que quedaron aunque con un tremendo dolor de corazón encuentren la fuerza espiritual para seguir adelante.

Volvemos a lo nuestro: el voleibol. Era un setiembre de 1977 y se jugaba el Campeonato Sudamericano categoría mayores en ambas ramas. El voleibol chileno fue sin duda alguna protagonista dentro de sus reales posibilidades: un honroso tercer lugar en varones ratificando la hasta entonces superioridad sobre Argentina y un cuarto lugar en damas luego de un intenso partido a cinco juegos con Argentina.

Pensamos que era el comienzo del despegue del voleibol chileno pero fue un extraordinario dirigente de la FEVOCHI de aquél entonces y Vicepresidente de la CSV a quien tuvimos el gusto y el honor de conocer: Don José Respaldiza Sanfuentes quien en varias de nuestras conversaciones posteriores a las competencias nos explicó lo complicado que resultaba en su país hacer voleibol competitivo apuntando a la alta competencia dentro de una realidad totalmente ajena a estos criterios es decir inmersa en lo que él denominaba: un voleibol social. La crisis reinante en forma continúa durante los años del Gobierno de Salvador Allende destruyó el sistema deportivo nacional y desaparecieron más de 150 clubes.

Sin embargo llegaba a su fin la gestión de Don Juan Mijón al frente de FEVOCHI y en proceso electoral de las Bases del voleibol chileno convocado por el Comité Olímpico Chileno (COCHI) resultó elegido Eduardo Pickering Molinares un hombre joven, empresario exitoso, de fuerte personalidad, uno de esos visionarios algo soñadores pero que como el mismo lo reconocía en nuestras conversaciones allá por diciembre de 1977 en Lima las que continuamos durante los quince días en que compartí su departamento en Santiago en Enero de 1978, en los días previos de nuestro viaje a la ciudad de Buenos Aires al primer Campeonato Sudamericano de Menores no estaba imbuido de los temas del voleibol pero estaba acompañado de un grupo de dirigentes que si tenían respaldo de trayectoria y conocimiento de causa lo que iba a ser un complemento ideal para un hombre con capacidad organizativa y de administración.

Eran los primeros años del advenimiento del gobierno militar la economía chilena comenzaba a reflotar y reinsertarse en el consenso internacional, El COCHI había incrementado los presupuestos para las Federaciones Deportivas Nacionales y el voleibol por cierto era una de las favorecidas.

Esta contingencia decidió a la Junta Directiva liderada por Pickering a plantear un proceso de cambio radical a partir de la contratación como Supervisor Técnico del Maestro japonés Akira Kato de exitosa trayectoria en Perú aunque coincidentemente en los últimos años de su vida quien llegado a Santiago planteó un proceso de masificación y captación a nivel nacional para la conformación de los seleccionados de menores. Al frente de estos procesos se designó en Damas al Técnico peruano Jorge Alva recomendado por Kato y en varones al experimentado Miguel Holz, y se estableció con el apoyo del COCHI y la YMCA lo que se denominó Escuela de Talentos donde iban a concentrarse los deportistas procedentes del interior del país.

Este es el inicio de la historia que parecía definitivamente la gran oportunidad para la consolidación al fin y en el tiempo de un proceso de largo alcance en la búsqueda del despegue definitivo del voleibol chileno.
Pero una vez más aparecerían los fantasmas que generaban el quiebre sucesivo de los procesos y a fines de 1978 se produjo un crisis dentro de FEVOCHI cuyos detalles no vienen al caso y se produjo la renuncia irrevocable de Eduardo Pickering y como consecuencia asumió la Presidencia de FEVOCHI su Vicepresidente el respetado dirigente José Respaldiza permaneciendo hasta el final de dicho período.

En lo deportivo es bueno recordar que entre 1977 y 1979 el proceso continuó. Se trabajo en dos seleccionados de menores aplicando criterios de captación acordes con la necesidad de proyectarlos al futuro y se generó la continuidad del mismo que estuvo garantizada por la presencia de seleccionados juveniles competitivos aunque obviamente en tránsito a la consolidación para la búsqueda de los grandes objetivos en el tiempo.

Dentro de éstos objetivos el seleccionado juvenil masculino dirigido por el entonces joven Técnico chileno Fernando Araneda clasificó al Campeonato Mundial de la categoría realizado en Italia en 1985 tocándole la serie que se jugó en la ciudad de Venecia con aceptable rendimiento.

Entre 1986 y hasta los primeros años de la década del noventa se sucedieron tantos procesos como presidentes pasaron por FEVOCHI y sin la menor trascendencia, tal vez la llegada de Hernán Duarte al Consejo de Administración de la FIVB en 1992 fue la excepción..

Pero apareció más adelante e a mediados de esos años un joven dirigente que tenía como base haber sido tal vez el mejor jugador de voleibol de la historia de Chile, llegado de la lejana ciudad de Temuco: Ricardo Vorxfall quien una vez culminado su ciclo como jugador se dedicó con éxito a la organización de eventos de voley-playa y en esa dirección poco después apoyado por las bases del voleibol chileno fue elegido Presidente de FEVOCHI, Evidentemente Vorxfall le dio una dinámica diferente el voleibol chileno y entonces estábamos de nuevo ante el eterno drama de volver a empezar.

Pero una ficha mal jugada en el 2003 cuando integraba el Consejo de Administración de la CSV le generó un enfrentamiento involuntario con el entonces Presidente de la FIVB Rubén Acosta quien vetó virtualmente su candidatura al Consejo de Administración de la FIVB propuesta por la CSV. El principio del fin del ciclo de Vorxfall al frente de FEVOCHI era inminente y un proceso prometedor se volvía a quebrar.

Nuevamente el voleibol chileno cayó en la intrascendencia de la improvisación a corto plazo para salvar las contingencias. Pero gracias a Dios a inicios del año 2009 llegó a la conducción de FEVOCHI algún dirigente iluminado que tuvo el acierto de mirar para el lado donde están los que saben, los que demostraron con sus trabajos y resultados en el tiempo que eran los idóneos para asumir el reto de romper ese mito de los fantasmas que aparecían muy seguidamente para quebrar todos los intentos de consolidar un verdadero proceso de largo aliento sustentado en una planificación estratégica y metodológica delimitada en fases y ciclos que se deben respetar imperativamente.

El voleibol chileno optó para ambas ramas por experimentados técnicos de nacionalidad argentina. En lo referente a Damas en lo que en honor a la verdad nos consideramos en estos momentos más cercanos se apuntó para el liderazgo de un nuevo y esperamos definitivo proceso en el profesor Hugo Jáuregui un profesional de un palmarés de lujo, un técnico que no deja nada librado a la improvisación, un metodologo compulsivo, un estudioso permanente y fundamentalmente un visionario que busca en las raíces humanas y sociales del medio donde le toca trabajar las armas necesarias para aplicar los correctivos que le permitan encausar su proceso por el camino correcto.

Somos testigos de excepción del trabajo realizado por el profesor Jáuregui en el voleibol argentino y ello nos da la seguridad que al fin el voleibol chileno encontró al hombre con capacidad de liderazgo y la eficiencia profesional para poder mirar al futuro con esperanza y mucha fé..

El inicio con un amplio operativo de masificación, la captación que le permitió formar los grupos de menores y juveniles que hoy conduce dentro del perfil fundamental para apuntar al alto rendimiento y muy por encima de la consecución de los resultados al mediano y largo plazo construir el equipo de transvase para la consolidación en el futuro de una élite que de una vez por todas haga posible que las nuevas generaciones es del voleibol chileno tengan un espejo ideal en que mirarse.

HASTA LA PROXIMA

1 comentario:

Unknown dijo...

En momentos de tanta angustia y dolor en nuestro país, el reencuentro con un hermano y amigo a través de estas paginas, mitiga en parte el horror de lo vivido.

Agradezco profundamente sus oraciones y homenaje expresado a nuestro país. Quisiera además agradecer al señor Presidente del Perú y al pueblo peruano su generosidad, fueron los primeros en reaccionar ofreciéndonos su solidadridad y haciendo llegar ayuda para mis compatriotas. Gracias Señor Presidente don Alan García, gracias hermanos del Perú,
gracias en nombre del Voleibol de Chile.

Eduardo Pickering M.
Ex Presidente
Federación de Voleibol de Chile

edopickering@gmail.com







Usted sabe cuanta admiración le he profesado por